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Historia



En la antiguedad la glándula tiroides no era reconocida como una estructura normal. El bocio era endémico se consideró una afección  inoperable y con frecuencia fatal, como resultado de la obstrucción de las vías respiratorias. Albucasis, en Córdoba, en el siglo XI, consideró y explicó la extirpación de la glándula. Cirujanos de Salerno en el siglo 12 realizaban transficción de bocios grandes con un hilo pasado a través de la masa para producir supuración. En  1850, la Academia Francesa de Medicina, prohibió  la cirugía de la tiroides por sus pésimos resultados, que incluso, llevaron a prisión a un cirujano.  La evolución de la cirugía científica basada en un conocimiento profundo de la anatomía, patología y fisiología y su dependencia recíproca, se ejemplifica en el desarrollo de la cirugía de de la tiroides. Con el avance científico ninguna operación ha sido más altamente estandarizada y refinada como la actual tiroidectomía. La evolución de la técnica ha convertido a la cirugía tiroidea, de uno de los procedimientos más peligrosos a uno de los más seguros. Las primeras operaciones se acompañaron por una elevada mortalidad, 41 por  ciento en 1850. Actualmente puede alcanzar menos del 1 por ciento. Para ese entonces, los peligros eran la hemorragia, la trombosis de la venas yugular y subclavia, embolias gaseosas, las lesiones de los nervios laríngeo recurrente y vago, el daño a la tráquea o al esófago.  Las secuelas eran la mediastinitis, la  tetania (por hipoparatiroidismo), la caquexia, el hipotiroidismo extremo, la disfonía y la asfixia (por parálisis vocal bilateral). Esto fue antes de los días de la anestesia, los antisépticos, los antibióticos,  del desarrollo de instrumentos quirúrgicos adecuados para el control de la hemorragia, en particular las pinzas hemostáticas.

Los inicios

Algunos avances fueron claves en el desarrollo de la cirugía tiroidea. Se puede empezar con la introducción de la anestesia general por Warren, en 1846. Luego el descubrimiento que hizo Lister de la antisepsia en 1867. La asepsia en 1870, el hervor de instrumentos en 1878 y la práctica de la limpieza y la desinfección de las manos en 1886.  Las pinzas hemostáticas comenzaron su uso general en Europa Central en 1870 y fue de mayor importancia, permitiendo intervenciones delicadas y precisas.
El primer registro fidedigno de una tiroidectomía (parcial) fue realizada por un cirujano francés, Pierre Joseph Desault en el año 1791, ejecutando los elementos esenciales de la tiroidectomía tal como se entiende hoy en día.
Hedenus, en 1821, registra seis operaciones exitosas en varias enfermedades de la tiroides. Utilizó una incisión vertical en la línea media, expuso la glándula, ligó la arteria tiroidea superior y luego la inferior, liberó a la glándula y ligó el istmo, mostrando una secuencia técnica. Este éxito de Hedenus fue un estímulo para la cirugía de la tiroides en Alemania.
Theodoro Billroth,  realizó veinte operaciones de la tiroides en Zurich entre 1861 y 1867, ocho de los cuales murieron de sepsis. Esta experiencia causó que abandonara la operación. En 1867, con los avances en el manejo de las heridas por el método de Lister, él volvió a realizar la operación. Sin embargo sus pacientes sufrieron tetania postoperatoria y 30 % de lesiones en el nervio laríngeo recurrente. Su  principal aporte fue la influencia y el interés que despertó en algunos de sus discípulos, que más tarde se convirtieron cirujanos famosos: Wolfler, von Mikulicz, von Eiselsberg, von Habere y Kocher.
Aniton Wolfler fue el primero en llamar la atención sobre el peligro de lesionar el nervio recurrente cuando se realizaba la ligadura de la arteria tiroidea inferior. Von Eiselsberg, en 1892, experimentó con transplantes de glándula paratiroides. Johann von Mikulicz señaló la secuela frecuente de lesión del nervio recurrente, la tetania y la “caquexia Strumi”. Para evitar estas complicaciones, Mikulicz ideó su operación  de la resección bilateral, dejando sólo la parte de cada lóbulo que está en relación con la cápsula posterior y la arteria tiroidea inferior, protegiendo y preservando los nervios recurrentes y las glándulas paratiroides. Con este método de resección bilateral, dijo: "No he tenido complicaciones y la convalecencia fue buena”.  Bockel, de Estrasburgo fue el primero en utilizar una sola incisión transversal, aunque el crédito por lo general se da a Kocher.

Kocher

Theodor Emil Kocher
Theodor Emil Kocher, discípulo de Langebeck y Billroth, comenzó en Berna en 1872, a la edad de 31 años. Fue uno de los primeros en adoptar los principios de Lister. Defendió la simplificación de los procesos y en el desarrollo de la técnica aséptica. Definió tres tipos de operaciones para la enfermedad de la tiroides: la extirpación total, la tiroidectomía parcial y la  enucleación. En 1883 presentó los resultados  en 101 casos, treinta de los cuales desarrollaron síntomas de deprivación de hormona  tiroidea y 13 fallecidos.  Al  reexaminar esta casuistica de 101 casos, encontró que  aquellos con escisión unilateral, la mayor parte se encotraban bien. En las resecciones totales observó que uno tenía tetania y dieciséis mostraron diversos grados de deterioro progresivo mental y físico, sensiblilidad al frío, edema, cambios peculiares en la piel y caída del cabello. Él comparó esta condición al cretenismo y lo llamó el síndrome de "caquexia strumipriva" (hoy hipotiroidismo).  Descartó todas las otras incisiones por la transversal, realizada en uno de los pliegues naturales de la piel. Él también pasó de la disección extracapsular al abordaje intracapsular de la glándula, realizando lo que él llamó una “resección enucleación”, dejando el tejido glándular en relación con la cápsula posterior para evitar daños en el nervio recurrente. Kocher, desarrolló una hábil y delicada disección anatómica, muy precisa en  todos los casos. En su técnica cortaba los músculos pretiroideos para  exponer la glándula y realizaba una doble ligadura de la arteria tiroidea superior. Con estas medidas Kocher, en 1901 había realizado 2000 tiroidectomías, la mortalidad había caído al 0,18% y disminuyó dramáticamente los casos con tetania o lesiones de los nervios recurrentes. Su trabajo fue recompensado y en 1909 se le otorga el premio Nobel de Medicina.

Halsted

William Stewart Halsted  fue un médico estadounidense considerado como uno de los pioneros de la cirugía moderna. Se gradúa en la Universidad de Columbia y posteriormente viajaría a Europa para realizar estudios prácticos en los novedosos avances en la medicina. En 1887, comenzó sus experimentos con trasplantes de tiroides en perros.  En 1909, en su trabajo acerca de las paratiroides y su relación con la tetania, demostró que si se conservaba una porción muy pequeña, el perro no presentaría hipoparatiroidismo.  Halsted, en conjunto con  MacCallum, perfeccionaron la técnica de la tiroidectomía, basado en principios anatómicos y fisiológicos precisos. Halsted, en 1879, popularizó el uso de los fórceps hemostáticos en los Estados Unidos. En  1885, se convirtió en el pionero en la anestesia local y regional,  mejorado en gran medida las estadísticas de mortalidad en cirugía tiroidea. En 1881 introduce el drenaje de las heridas y en 1890 el uso de  guantes de goma.

El siglo XX

En el siglo 20, el advenimiento de un mejor conocimiento de la anatomía y fisiología, así como avances en la farmacología y la anestesia fueron progresivamente convirtiendo la cirugía de la tiroides en un procedimiento más eficaz y seguro.
Si bien, las glándulas paratiroides se identificaron por primera vez en 1850 por Sir Richard Owen, curador del Museo Hunterian, no fue hasta 1880 que se utilizó el término 'glandulae parathyroideae'. La fisiología de la hormona paratiroidea y el metabolismo del calcio eludió a los padres de la cirugía de la tiroides durante varias décadas más. Su descubrimiento fue seguido por la investigación laboriosa de su anatomía, embriología, patología y en la fisiología del metabolismo del calcio; esto condujo al refinamiento de la técnica quirúrgica.
A principios del siglo Thomas Dunhill Peel describe la tiroidectomía casi total para la tirotoxicosis. Él en 1910 había hecho 312 operaciones, de las cuales 200 fueron para el “bocio-exoftálmico” (enfermedad de Graves) con una tasa de mortalidad inferior al 3%, sorprendentemente baja para su época.
Se identificaron nuevas patologías tiroideas. Bernhard Riedel en 1893 reconoció una enfermedad inflamatoria crónica poco frecuente de la glándula tiroides (tiroiditis de Riedel). En 1904, Fritz de Quervain, cirujano suizo, describió la tiroiditis que lleva su nombre y en 1912 Hakaru Hashimoto, médico japonés, describió tiroiditis linfoide crónica.
Edward Kendall de la Clínica Mayo, en 1914 descubre la hormona tiroidea, la tiroxina, lo que hace el tratamiento del hipotiroidismo fácil y seguro.
La II Guerra Mundial trae como beneficio el desarrollo de la ventilación mecánica con presión positiva con progresos en la anestesia y la medicina crítica.
Se obtuvieron fármacos antitiroideos como propranolol, que fue introducido en 1965, con mejoría en los resultados del tratamiento del hipertiroidismo.
El ultrasonido y la tomografía computarizada significaron un gran avance en los métodos de evaluación por imágenes.

En 1952 la citología por punción con aguja fina, descrita por Soderstrom,  un procedimiento sencillo, económico y práctico, mejoró el diagnóstico de las enfermedades de la tiroides.